martes, 17 de julio de 2012

Antonia Urzùa (Biologia)

Existen redes neuronales que recubren el sistema digestivo

  • Un nuevo estudio revela la manera en la que nuestro sistema digestivo ejerce control sobre nuestro apetito.
  • La grelina es una hormona que juega un papel fundamental en la sensación de hambre.
  • El íleon segrega la hormona de saciedad.
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BBC/ Cuando comemos, la comida tarda 20 minutos para ir del estómago al íleon.

Para la mayoría de la población el estómago y su funcionamiento es un misterio. Pero Michael Mosley, de BBC, ha podido observar el funcionamiento de su propio proceso digestivo a través de un cámara miniatura con forma de píldora. La observación tuvo lugar en el Museo de Ciencias de Londres y él y las personas que se encontraban allí, pudieron ver como el diminuto dispositivo recorría su sistema digestivo proyectando tres imágenes por segundo en una pantalla gigante.
Cuando llegó al estómago, la píldora captó como un copo de avena que había ingerido el periodista de la BBC durante el desayuno, era envuelto, triturado y expuesto a los ácidos estomacales para expulsarlo una través del intestino delgado como puré cremoso conocido como 'quimo'.
El trabajo del estómago está bajo el control de un conjunto de redes neuronales que recubren el estómago y el sistema digestivo, conocido a veces como 'pequeño cerebro'. Éste es fundamental para los procesos diarios de trituración de alimentos, mezcla y absorción correcta de los nutrientes y vitaminas. En él existen unos 100 millones de células que realizan este trabajo.
Todas estas neuronas que recubren el sistema digestivo, permiten establecer un contacto más directo con nuestro cerebro a través del nervio vago, encargado de regular el estado emocional.
Para albergar una gran cantidad de comida, el estómago se dilata partiendo del tamaño de un puño y puede llegar a convertirse en un recipiente con una capacidad que se acerca a los dos litros.
Se creía que eran los músculos receptores del estómago los que avisaban al cerebro para que dejase de comer cuando estaba lleno. Pero parace ser que las señales de hambre producidas por el estómago son más complejas que eso y "las señales producidas por el sistema digestivo afecta profundamente a la forma de comportarnos", según la BBC.
Comprender este mecanismo ha permitido tratar a Bob Lakhanpal, que muy difícilmente se siente lleno. El hombre de 28 años, sufrió hace 6 años un paro cardíaco y para ayudarlo, le practicaron un bypass gástrico.
Según el cirujano Ahmed Ahmed del Charing Cross Hospital de Londres, la creencia de que reduciendo el tamaño del estómago del paciente sería suficiente para resolver su problema podría no ser cierta. Ya que según parece, al realizar esta cirujía se producen cambios hormonales y químicos que afectan a los niveles de sensación de hambre y satisfacción, que a su vez causan la pérdida de peso.
El íleon es la parte del intestino delgado encargada de segregar la hormona digestiva que indica a nuestro cerebro cuando estamos llenos. En la cirugía gástrica practicada a Lakhanpal, se separó y aisló una parte de su estómago que produce grelina -una hormona que parece jugar un papel crucial en la sensación de hambre- y su nuevo estómago fue adherido al íleon. En su posición original, la comida tardaría en llegar al íleon 20 minutos. De esta manera, su estómago está más cerca del íleon y su cerebro recibe la información de saciedad más rápido. Seis semanas más tarde, Lakhanpal ha perdido 19 kilos.

4 comentarios:

  1. muy interesante noticia y tambien experimento: de tragarse una pequeña camara en forma de pildora con el objetivo de capatar en imagenes las funciones del sistema digestivo . muy buena noticia .

    ignacia valenzuela

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  3. maximiliano miqueles: bueno todos estos experimentos de tragar camaras son con el fin de ver como funciona nuestro organismo para poder darles un mejor diagnostico de cuidado

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  4. Muy interesante noticia ya que así podemos ver que pasa en nuestro estomago con una pequeña cámara en forma de píldora que no afectaría en nada a nuestro sistema digestivo.

    Felipe Castañeda

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