sábado, 30 de junio de 2012

sofia saphores ponce (quimica)


Descubren un nuevo estado de la materia denominado supersólido

Los átomos de helio se comportan como si fueran sólidos y fluidos a la vez


Científicos de la Universidad de Pennsylvania han descubierto una forma supersólida de helio-4 con todas las propiedades de un superfluido, lo que puede implicar el descubrimiento de un nuevo estado de la materia en el que los átomos se comportan como si fueran sólidos y fluidos a la vez. Si el experimento llegara a establecerse como definitivo, se confirmaría que los tres estados de la materia (sólido, líquido y gaseoso) pueden acceder a un nuevo estado, de naturaleza superior, previsto por la condensación de Bose-Einstein, según la cual todas las partículas se condensan en determinadas condiciones en un mismo estado cuántico. El experimento plantea también nuevos interrogantes acerca de las fronteras reales del universo cuántico. Por Eduardo Martínez.



Malmartel
Malmartel
Dos físicos de la Penn State University de Pennsylvania, el profesor Moses Chan y el estudiante Eun-Seong Kim, han descubierto una nueva fase de la materia, una forma supersólida del helio-4, que tiene todas las propiedades de un superfluido. La nueva fase de la materia es una forma ultrafría, supersólida, de helio-4. 

El helio-4 congelado se comporta como una combinación de sólido y súperfluido. Según sus descubridores, es la primera vez que se obtiene en laboratorio un material sólido con las características de un superfluido. 

Los investigadores explican que su material es un sólido porque todos los átomos del helio-4 quedan congelados en una película cristalina rígida, tal como ocurre con los átomos y las moléculas de un cuerpo sólido normal como es el hielo. Sin embargo, en el caso del helio esta congelación de los átomos no implica que estén inmóviles. 

Cuando el helio-4 llega a la temperatura adecuada (apenas un décimo de grado sobre el cero absoluto), la película que forma comienza a experimentar las leyes de la mecánica cuántica. 

En ese momento, los átomos de helio comienzan a comportarse como si fueran sólidos y fluidos a la vez. Una parte de los átomos de helio comienza a moverse a través de la película como una sustancia conocida como súperfluido, un líquido que se mueve sin ninguna fricción. Dado que es un sólido con propiedades de superfluído, los investigadores han denominado a este nuevo estado de la materia “supersólido”. 

Lo que se desprende de este experimento es que cuando el helio-4 se enfría a temperaturas extremas, la condensación Bose-Einstein lo convierte en un superfluido. Aunque la teoría predice que la superfluidez sólo puede existir en el helio-4 sólido, la fase supersólida nunca se había comprobado en un experimento, que es lo que han hecho los científicos de Pennsylvania. 

Un superfluido es un líquido que fluye sin fricción interna. Para que un líquido sea superfluido, sus átomos o moléculas deben ser enfriados o "condensados" hasta que alcanzan el mismo estado quántico. 

La superfluidez, especialmente la que existe en el helio-3, es análoga a la superconductividad convencional de baja temperatura, en la cual los electrones fluyen a través de ciertos metales y aleaciones sin resistencia. 

Leyes cuánticas 

La materia está estructurada por átomos que obedecen las leyes de la mecánica cuántica. A temperaturas normales estas leyes concuerdan con las nociones clásicas, y las partículas de un gas se comportan como un grupo de bolas de tenis encerradas en una caja, chocando continuamente unas con otras. 

Sin embargo, a medida que disminuye la temperatura comienza a manifestarse el carácter cuántico de los átomos: a temperaturas suficientemente bajas, algunas de las partículas subatómicas (más particularmente los bosones) tienden a acumularse en el estado cuántico energéticamente más bajo, conformando la así llamada condensación de Bose-Einstein. 

La condensación de Bose-Einstein es un fenómeno cuántico que se manifiesta a escalas macroscópicas. Describe un nuevo estado de la materia que ya fue predicho por Albert Einstein en los años veinte del siglo pasado, al mismo tiempo que se desarrollaba la teoría de la mecánica cuántica. 

Eric A. Cornell y Carl E. Weiman, de la Universidad de Colorado (USA), y Wolfgang Ketterle, del Massachusetts Institute of technology (USA), comprobaron la veracidad de la condensación Bose-Einistein y recibieron por ello el Premio Nobel de Física en 2001. 

Superátomo, supersólido 

A medida que la temperatura desciende, comienza a emerger el carácter ondulatorio de los átomos. Así, las diferentes ondas de materia pueden unirse unas con otras y coordinar su estado produciendo la condensación de Bose-Einstein. 

En ese sentido, se suele decir que la condensación Bose-Einstein produce un superátomo, ya que todo el sistema debidamente enfriado queda descrito por una única función de onda, exactamente como ocurre con un solo átomo. También se puede hablar de materia coherente como ocurre con la luz coherente en el caso de un láser 

Esto es precisamente lo que consiguieron los investigadores de Pennsylvania con el helio-4, ya que al ser solidificado a la temperatura adecuada (-273 grados Celsius) todas sus partículas alcanzaron un mismo estado quántico, fluyendo continuamente, por lo que denominan a este estado supersólido. 

Tal como se explica en el comunicado de la Universidad de Pennsylvania, los investigadores recurren al siguiente ejemplo para explicar el significado del experimento: las personas que viajan en el metro están tan apretadas que apenas pueden moverse. Pero si alcanzaran la fluidez del helio-4 a una temperatura adecuada, las personas del metro podrían moverse libremente por el vagón sin tocar a los demás viajeros.

Reforzada la condensación Bose-Einstein 

Esto es lo que ha sucedido a nivel de los átomos del helio-4 y sólo puede explicarse porque las partículas subatómicas del helio se comportan como ondas a determinadas temperaturas, ya que, como comprobaron los investigadores, una ligera modificación de la temperatura reduce de nuevo el helio a su estado natural. 

Es como si a los pasajeros del metro, una vez se hubieran acomodado para el viaje, perdieran la fluidez quedando inmovilizados en sus respectivos espacios debido a un ligero cambio en la temperatura ambiente. 

Si el experimento de los investigadores de Pennsylvania, publicado en la revista Nature, llegara a repetirse y a establecerse como definitivo, se confirmaría que los tres estados de la materia (sólido, líquido y gaseoso) pueden acceder a un nuevo estado, de naturaleza superior, previsto por la condensación de Bose-Einstein, según la cual todas las partículas se condensan en un mismo estado cuántico. 

A lo largo del siglo pasado, se descubrieron otros fenómenos que pueden interpretarse también como manifestación de la condensación de Bose-Einstein. Por otro lado, en los últimos años han sido diversos los esfuerzos por descubrir nuevos estados de la materia, particularmente en lo que se refiere a los quarks, partículas que en vez de unirse para formar otras más complejas, permanecen libres en un aparente nuevo estado de la materia. 

Respecto a los bosones, asimismo, diferentes experimentos realizados durante los últimos 15 años sugieren que estas partículas pueden existir como un metal, lo que contradice el sentido común y obliga a hablar también de un nuevo estado de la materia. 

También los láseres 

Por último, una de les líneas de investigación más candentes en la física actual es la utilización de haces de luz láser para manipular los átomos y conseguir nuevos estados de la materia, como los condensados de Bose-Einstein. 

Este uso del láser puede servir también para conseguir superposición de electrones, los así llamados qubits (contracción de quantum y bits, bits cuánticos de información con más posibles valores que los clásicos 1 y 0). Estos qubits presentan un gran interés para la computación cuántica y para otros muchos ámbitos de la ciencia. 

La condensación de Bose-Einstein, después del experimento de Pennsylvania, se refuerza aún más como un nuevo campo de la Física en el que el control del comportamiento cuántico de la materia a escala macroscópica abre un inmenso abanico de aplicaciones, al mismo tiempo que plantea nuevos interrogantes sobre las fronteras reales del Universo cuántico. 

Las posibles aplicaciones van desde el desarrollo de interferometría atómica ultraprecisa y el empleo de láseres de átomos para diseñar nanoestructuras de gran precisión, hasta la obtención de relojes atómicos mucho más fiables que los actuales. 

Fronteras cuánticas 

Sin embargo, aparte de las posibles aplicaciones, el caso del helio confirma que el comportamiento cuántico de la materia a escala macroscópica es más sorprendente de lo que originalmente se había pensado. 

Recientemente publicamos en [Tendencias]article: que científicos austriacos habían comprobado que las moléculas de tetrafenilporfirina tienen comportamientos ondulatorios similares a los de las partículas subatómicas, lo que planteaba dudas sobre las fronteras reales del universo cuántico. 

Dado que la condensación Bose-Einstein ocurre también a nivel macroscópico, las sorprendentes propiedades del helio replantean la cuestión de hasta qué nivel de realidad rigen las leyes de la mecánica cuántica, que están en abierta contradicción con las leyes físicas conocidas.

sofia saphores ponce (biologia)


Las verduras como el brócoli y el repollo podrían ayudar a combatir el cáncer de mama, según un estudio

Una alta ingesta de verduras crucíferas se asoció con una menor tasa de muerte, afirman investigadores
Traducido del inglés: miércoles, 4 de abril, 2012
Imagen de noticias HealthDay

MARTES, 3 de abril (HealthDay News) -- Comer brócoli, uno de los principales "súper alimentos", y otras verduras crucíferas podría mejorar las probabilidades de supervivencia al cáncer de mama, sugiere un estudio reciente.
En un estudio de mujeres en China que habían sido diagnosticadas con cáncer de mama, los investigadores hallaron que las que consumían la mayor cantidad de verduras crucíferas tenían 62 por ciento menos probabilidades de morir de cáncer de mama y 35 por ciento menos probabilidades de sufrir de una recurrencia de la enfermedad, en comparación con las que menos consumían.
Las verduras crucíferas que las mujeres reportaron comer más comúnmente eran los brotes de mostaza y las hojas de nabo, la col china, la coliflor y el repollo verde. La col rizada, la col silvestre y la rúcula son otras verduras crucíferas.
"Este estudio sugiere que las verduras crucíferas y los compuestos bioactivos que contienen podrían proteger del cáncer de mama", señaló Sarah Nechuta, investigadora del Centro de Epidemiología Vanderbilt en Nashville, Tennessee, y autora líder del estudio.
Sin embargo, no está claro si esta asociación se observaría en mujeres de EE. UU., que tienden a comer una variedad distinta de las verduras, como más brócoli, coliflor y coles de Bruselas que col china, añadió Nechuta.
Estudios anteriores en mujeres en China, EE. UU. y Suecia han insinuado que una mayor ingesta de verduras crucíferas podría relacionarse con un menor riesgo de desarrollar cáncer de mama, pero la investigación actual está entre las primeras en examinar a las mujeres tras un diagnóstico de esa enfermedad.
Los hallazgos fueron presentados el martes en la reunión anual de la Asociación Americana para la Investigación del Cáncer (American Association for Cancer Research) en Chicago.
En el estudio participaron casi 5,000 mujeres de 20 a 75 años de edad que formaban parte del Estudio de supervivencia en el cáncer de mama de Shanghái. Los investigadores entrevistaron a las mujeres en un plazo de seis meses tras su diagnóstico para reunir información sobre la dieta, el estilo de vida y factores clínicos, como la etapa del tumor. También preguntaron sobre la ingesta de verduras crucíferas a los 18 y 36 meses tras el diagnóstico.
Las mujeres cuyo consumo de verduras crucíferas se hallaba en el 25 por ciento superior tenían 62 por ciento menos probabilidades de morir de cáncer de mama durante el periodo del estudio, de aproximadamente cinco años, en comparación con las mujeres que se hallaban en el 25 por ciento inferior.
Hubo 35 por ciento menos probabilidades de recurrencia entre las mujeres en el nivel superior de consumo, en comparación con las del 25 por ciento inferior.
Los investigadores también hallaron que las mujeres en el 25 por ciento superior de consumo tenían 62 por ciento menos probabilidades de morir por cualquier causa que las mujeres en el 25 por ciento inferior.
El grupo del Vanderbilt había hallado antes una relación entre el consumo de verduras crucíferas y un menor número de muertes y menos enfermedad cardiaca entre adultos chinos sanos, lo que sugiere que este grupo alimentario podría aportar beneficios generales de supervivencia, apuntó Nechuta.
En promedio, las mujeres del nuevo estudio consumían unos 99 gramos (3 1/2 onzas) de verduras crucíferas al día, que provienen de plantas con flores de cuatro pétalos que toman la forma de cruz.
Las asociaciones con una reducción en las muertes y la recurrencia del cáncer se mantuvieron incluso tras ajustar por otras diferencias, que incluían el consumo de soya y carne, la ingesta vitamínica, la actividad física, la etapa del cáncer, los ingresos y el nivel educativo.
Aún así, la Dra. Laura Kruper, directora del Centro de Salud de las Mujeres en City of Hope en Duarte, California, señaló que "a partir de este tipo de estudios, mostrar una relación entre causa y efecto resulta muy difícil". Añadió que aunque el estudio tiene méritos, hay que realizar más estudios en otras poblaciones durante más tiempo para establecer una relación causal.
Nechuta apuntó que las mujeres de EE. UU. podrían no observar los mismos beneficios porque otras verduras crucíferas, con compuestos bioactivos distintos, son más populares, y porque las estadounidenses comen mucho menos de este tipo de producto, con un promedio diario de alrededor de 28 gramos (1 onza).
Además, se han hallado variaciones genéticas en la población china que podrían ralentizar el metabolismo de este tipo de verdura, manteniendo los compuestos beneficiales más tiempo en el organismo, añadió Nechuta.
Sin embargo, probablemente no haya nada malo en aconsejar a las mujeres de Estados Unidos que aumenten su ingesta de estas verduras, apuntó Kruper. La Sociedad Estadounidense del Cáncer (American Cancer Society) recomienda comer por lo menos dos tazas y media de todo tipo de frutas y verduras al día.
"Aconsejo a mis pacientes limitar el alcohol a cuatro bebidas por semana y limitar el azúcar, y también comer más verduras y semillas de lino, y menos carne roja", señaló Kruper. Sin embargo, el alcohol y la inactividad física son los dos únicos factores que se sabe "a ciencia cierta" que aumentan el riego de cáncer de mama, añadió.
"Cuando pensamos sobre las verduras, pensamos en lechuga o judías verdes, que tienen muchos beneficios, pero probablemente también recomendaría verduras crucíferas", planteó Kruper.
Los datos y conclusiones de estudios presentados en reuniones médicas deben ser considerados como preliminares hasta que se publiquen en una revista médica revisada por profesionales.


viernes, 29 de junio de 2012

Javiera Acevedo (Biologia)


Nutrición y fibrosis quística

El primer y más inmediato objetivo a alcanzar en la dieta de la persona que padece fibrosis quística es cubrir sus requerimientos nutricionales mediante una dieta adaptada y personalizada a cada fase o periodo de la enfermedad. Además, habrá que ajustarla a la edad, sexo y actividad física que realiza esa persona, sólo así se podrá conseguir un estado nutricional correcto y adecuado, ya que la prevalencia de desnutrición es relativamente alta en los afectados por esta patología.
Esta desnutrición se debe a varios factores, entre los que destacan: el aumento de necesidades de energía debido a la enfermedad, el incremento de pérdidas calóricas y una ingesta insuficiente por la falta de apetito propia de estos procesos.
Las necesidades nutricionales de los afectados por fibrosis quística pasan pues por aumentar ligeramente, entre 20 y un 50%, el porcentaje energético de la dieta. Respecto a los macronutrientes, es aconsejable reducir ligeramente la cantidad de hidratos de carbono, aunque sigan siendo la base de la alimentación, en beneficio del aporte degrasas, que se suele incrementar para cubrir los requerimientos de estos pacientes. Mientras que el contenido proteico de la dieta se mantiene similar.
De esta forma, se trata de lograr una alimentación energéticamente concentrada, es decir, en pocas cantidades, para no provocar sensación de saciedad, introducir bastantes caloríaspara compensar las pérdidas y así evitar el deterioro general y específicamente muscular.

Cómo afecta la fibrosis quística a la alimentación

Sobre este tema es bueno precisar que la enfermedad condiciona y afecta tanto a la alimentación como viceversa. Es decir, debido a la fibrosis quística, estas personas poseen un gasto energético elevado y una anorexia o falta de apetito bastante marcada, pero, a su vez, una buena alimentación que estabilice su estado nutricional mejorará la evolución y sintomatología de la enfermedad.
Debido a la anorexia existente, la dieta resulta insuficiente en muchas ocasiones, y se hace necesaria la suplementación e incluso el uso de soportes de alimentación artificiales (nutrición enteral oral, enteral o parenteral).

martes, 26 de junio de 2012

Daniel Andres Reyes Bailon ( biologia )

Un “ Segundo Cerebro Funciona en el aparato digestivo

Su red neuronal no elabora pensamientos, pero influye en el estado de ánimo y hasta en el sueño.



Que se use la palabra “entripado” para referirse a un enojo podría no ser del todo metafórico. Y que el estómago “se cierre” en una situación estresante o que parezca poblado de mariposas ante el amor también tendría una explicación científica. El aparato digestivo está tapizado por una red de neuronas (celulas nerviosas) de tan amplio alcance que algunos científicos la han denominado “segundo cerebro”. Y ese cerebro, según estudios científicos recientes, influye en nuestro estado de ánimo, carácter y hasta en el ritmo de sueño.
    

El pequeño cerebro que tenemos en las entrañas funciona en conexión con el grande, el del cráneo, y en parte determina nuestro estado mental y tiene un papel clave en determinadas enfermedades que afectan otras partes del organismo. Además de neuronas, en el aparato digestivo están presentes todos los tipos de neurotransmisores que existen en el cerebro. De hecho, el 95 por ciento de la serotonina, unos de los neurotransmisores más importantes del cuerpo, se encuentra en el intestino.

Sin embargo, aunque su influencia es amplia, se deben evitar confusiones: el segundo cerebro no es sede de pensamientos conscientes ni de toma de decisiones . Como puede leerse en una nota publicada por la revista de divulgación científica Scientific American , gran parte de la potencia neurológica del segundo cerebro se concentra en la ardua tarea diaria de la digestión.  
Emeran Mayer, profesor de Fisiología, Psiquiatría y Ciencias del Biocomportamiento de la Universidad de California, le dijo a esa publicación que una gran parte de nuestras emociones probablemente se vea influida por los “nervios de los intestinos”. En el mismo sentido, Gershon afirma que el bienestar emocional cotidiano quizá también dependa de mensajes que el cerebro intestinal envía al craneano.

Guido Iantorno, jefe de la Unidad de Motilidad Digestiva del Hospital Bonorino Udaondo, le explicó a Clarín que, aunque de modo indirecto, a través del eje cerebrointestinal, el sistema nervioso entérico puede influir en situaciones emocionales y en otros síntomas como la hipersensibilidad al dolor.